El diálogo interior es la conversación que podemos tener con nosotros mismos sobre lo que pensamos o sentimos sobre algo que nos sucede, o sobre recuerdos o pensamientos futuros que tenemos.
Muchas veces, ese diálogo es negativo y nos dice cosas muy malas, haciendo que nos quedemos atrapados en la culpa o en el castigo.
Que no se te olvide que la relación más larga que vas a tener es contigo mismo, así que, te conviene llevarte bien y que ese diálogo no sea tan perjudicial. Vamos a intentarlo.
Lo primero para saber si tu diálogo interno te dice cosas buenas o no tan buenas sobre ti es comprobarlo. Para ello tienes esta entrada que ya escribimos en el blog, donde se hace un ejercicio. Hazlo y comprueba si tratas a tus amigos o familiares de manera más empática y amable que a ti. Si es así, entonces tu diálogo es nocivo.
El segundo paso es poder escuchar el diálogo y eso se hace concediéndote un momento para estar contigo mismo, sin tanto ruido mental y sin tanto ruido externo. Se puede hacer alejando el móvil y todo lo que te rodea y parando a pensar o también ayuda haciéndolo a través de la meditación. Para saber cómo meditar aquí tienes los artículos del blog dedicados a la meditación.
Si te tratas unas veces bien y otras mal, lo que tienes en tu interior es una familia donde puedes tener a una abuela (que es la comprensión y el amor) que te trata muy bien y te perdona todo, y un padre o una madre que sea muy exigente, que es la norma.
Aquí van algunos consejos para evitar que tu voz interior sea tan perniciosa para ti:
- Si te surge en el interior algo malo, cambiar de voz. Haz que tu diálogo cambie de voz y sea la abuela la que te hable porque representa el cariño.
- Cámbiate de silla y habla de ti en segunda persona (tú), no te identifiques con tu voz interior. También lo puedes hacer en tercera persona (él o ella).
- Primera persona: "A mí me pasa..." o "yo quiero..."
- Segunda persona: "A ti te pasa..." o "tú quieres..."
- Tercera persona: "A ella o a él lo que le pasa es..." o "él o ella quiere..."
- Cuando tu diálogo interior comience a sabotearte diciendo cosas malas, para, respira y comienza a decirte cosas buenas. Cambia el discurso. Ten en cuenta que esto es lo que has aprendido, es lo que eres y hay que comenzar a hacer las cosas de manera diferente. Lo fundamental es hacerse consciente de ese momento, poder identificarlo y darle la vuelta.
- Acercarse al problema como si fuese nuevo, como una de las actitudes mindfulness. Desde la novedad, observa lo que te pasa, qué ocurre, cómo puedes arreglarlo... Piensa que lo que te está pasando ahora, si no has pasado por ello antes, te servirá de lección para que superes la misma situación si se presenta más adelante. De todo se puede aprender.
- Escribe lo que ha pasado: al plasmarlo le pondrás orden y la respuesta emocional bajará.
- Humanidad compartida: esto que me está pasando, le está pasando al mismo tiempo en el mundo a muchas personas. No eres la única persona que está metida en esto y pasando por esto. En las entradas de autocompasión de nombra la humanidad compartida y más en concreto en esta entrada.
- Viajar en el tiempo: esto que te ocurre ahora, ¿cómo lo verás cuando tengas tu edad más cinco o diez años? ¿Te habrá afectado mucho en tu camino hasta entonces?
- Haz una pausa, sal, ve a hacer deporte, anda, toma aire y rodéate de naturaleza.
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