jueves, 21 de abril de 2022

Respiración de anclaje

Aunque en la superficie de tu océano haya olas, una tormenta o barcos, siempre puedes agarrarte a algo: a tu respiración de anclaje.


Si está muy revuelto arriba, para, echa tu ancla al fondo con tu respiración porque es lo que te mantiene en la tierra, agarrado a un sitio fijo y recuerda que puedes volver en cualquier momento.

La respiración de anclaje te conecta con la calma que existe en las profundidades donde no se sienten las olas, donde no se nota la tormenta que hay arriba, donde los barcos no llegan.

La respiración se puede hacer de manera inconsciente porque no necesitemos pensar en ello para respirar, pero si le pones atención, la puedes controlar y hacerla consciente, esto te ayudará a:

  • Tener un refugio al que volver en momentos de mala mar.
  • Conseguir estar en calma.
  • Entrenar la atención consciente.

En cualquier momento del día y en cualquier lugar, practica esta respiración de anclaje. Si te sientes como ese océano que comienza a tener olas cada vez más altas, practica esta respiración de anclaje. Pase algo o no, practica esta respiración de anclaje.


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