La comunicación puede ser:
- Pasiva.
- Agresiva.
- Asertiva.
Hay que tener en cuenta que el miedo forma parte de las relaciones interpersonales y puede desencadenar en huir o luchar. Los que deciden huir, tienen un estilo de comunicación pasiva. Estas personas son sumisas, no quieren enfrentarse porque prefieren evitar los problemas y los conflictos. Para ampliar este tipo de comunicación lee esta entrada.
La otra emoción que también está presente en las relaciones es la rabia y eso deriva en el estilo agresivo. Son personas controladoras, que quieren llevar la razón e imponer sus pensamientos. Generan los problemas alrededor de ellos y siempre procuran que todos se resuelvan a su favor. Pero en el fondo son personas inseguras que lo ocultan con agresividad. Si quieres saber más sobre el estilo agresivo, aquí puedes leerlo.
Estos dos estilos no son nada saludables, son los extremos del punto medio que es el estilo asertivo, que consiste en defender los deseos, sentimientos y opiniones, pero teniendo en cuenta los deseos, sentimientos y opiniones de los demás. Al estilo asertivo le hemos dedicado más entradas que tienes aquí.
Practicando mindfulness, sin darte cuenta, tenderás hacia este estilo porque te hace dominar la situación identificando las emociones de los demás y no reaccionando ante ellas. Es importante intentar centrarse en las propias emociones para identificar el miedo, la rabia o la agresividad y poder cambiar la manera en que se responde ante ellas. Evitando así reacciones automáticas cuando alguien agresivo nos ataca o aprovecharnos de alguien pasivo.
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