La relajación es la primera técnica que aprendí en la universidad cuando comenzamos a ver las terapias, pero no solo se usa en psicología, también forma parte de muchas culturas como algo habitual. En terapia se suele usar como parte de un tratamiento más extenso.
Siempre han existido remedios caseros y naturales para todo tipo de dolencias y para las mentales también, así que la relajación es una más para volver a la paz y a la calma que deberíamos tener cuando en la vida no existen peligros aparentes.
Las técnicas de relajación que se practican ahora vienen en mayor o menor medida de dos técnicas que se desarrollaron en el siglo pasado:
- La relajación muscular progresiva (RMP) de Jacobson que se centra en la relajación muscular.
- El entrenamiento autógeno (EA) de Schultz que incide en el control de la mente.
Cada una se enfoca en uno aspecto y ambos son complementarios. Una relajación muscular va a influir en la mente para que también descanse y si se lleva a cabo la relajación mental, al final repercute en los músculos para rebajar la tensión que puedan tener.
La relajación tiene éxito porque hace que la activación que estamos sintiendo se rebaje y eso beneficia a nuestro cuerpo y nos hace estar más saludables desde el punto de vista físico y mental.
Ya hablamos de lo que podría provocarnos la tensión, pues con la relajación se consigue el efecto contrario y aliviar todos estos síntomas:
- No sentiremos el cuerpo agotado porque lo dejamos descansar si se tensiona.
- El sistema inmunitario se encontrará fuerte para proteger al organismo de las agresiones externas.
- No tendremos dolores de cabeza, de cuello o de espalda debido a la tensión muscular. El corazón no funcionará demasiado rápido y no derivará en hipertensión, arritmias o taquicardias.
- La frecuencia respiratoria será menos elevada y se aumentará la intensidad de cada respiración.
- La memoria y la creatividad no se verán afectadas, no sufrirán bloqueos y nuestros caminos para ver vías alternativas a la solución de problemas estarán abiertos.
- No se presentará la dificultad para relacionarnos en el trabajo, en la familia o con otras personas porque no sufriremos tensión, la habremos eliminado y estaremos trabajando sobre ella.