La pausa del mediodía no es crucial solo por comer, también lo es para reconectarte con tu cuerpo y tu mente después de haber estado haciendo actividades toda la mañana.
Elimina la idea de comer alguna "tontería" encima de los apuntes o el ordenador. Siéntate a comer como es debido. Dale la importancia que se merece a este momento.
Aleja los aparatos electrónicos, apaga radio, televisión o móvil y dedícate tiempo.
Respira al sentarte, céntrate, da bocados pequeños y masticar cada bocado un mínimo diez veces.
Así consigues:
- Por un lado, comer despacio, como hay que hacerlo, no te olvides que la digestión comienza en la boca.
- Por otro, serás más consciente de lo importante que es comer y le darás el espacio que se merece a esta acción que te llena de energía.
Y después de comer da una vuelta, descartada la siesta por estas razones:
- Al final nunca duran de veinte a cuarenta minutos y te dormirás una, dos o incluso tres horas y eso impedirá que te vayas a dormir por la noche a una hora aceptable. Si retrasas la hora de irte a dormir, al día siguiente te levantarás muy cansad@.
- Si duermes un ciclo completo entrando en sueño profundo (REM), te levantarás peor de lo que estabas cuando te fuiste a echar un sueñecito y te costará mucho empezar a funcionar.
Opta mejor por caminar, pero da la vuelta en modo mindfulness.
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