Hay que recorrer el cuerpo desde los pies a la cabeza, poniendo atención en cada punto. La función principal es reconectarte con tu cuerpo.
El itinerario es:
pies
tobillos
pantorrillas
rodillas
muslos
caderas
glúteos
espalda
abdomen
pecho
hombros
brazos
antebrazos
muñecas
manos
cuello
mandíbula
boca
nariz
ojos
frente.
antebrazos
muñecas
manos
cuello
mandíbula
boca
nariz
ojos
frente.
En este recorrido se va sintiendo:
- La temperatura: si la zona está fría o caliente.
- La tensión: si está en tensión o relajada. La cuestión no es incidir en eso, no hay que actuar, solo percibir lo que llega pero si alguna zona está agarrotada y duele, se pueden hacer movimientos suaves para rebajar esa molestia.
- La ropa: si aprieta o no, hay alguna costura que hace daño o una doblez, la diferencia de tejidos de la camisa o camiseta y el pantalón y en general todas las sensaciones que transmite la ropa.
- La respiración cuando estés en el abdomen, puedes centrarte especialmente en ella.
Si te has quedado en una postura poco natural en algún punto puedes corregirla si te molesta al hacer el recorrido, pero como acabas de leer, lo mejor es no intervenir.
Haz unas cuantas respiraciones profundas al acabar y percátate de como es tu estado en general.
Si durante el recorrido aparecen pensamientos de cualquier tipo, déjalos ir, que no interrumpan tu recorrido y vuelve al punto del escaneo donde lo habías dejado y a centrarte en la respiración.
Este ejercicio se puede hacer en cualquier momento, pero es ideal hacerlo en la cama antes de levantarte para afrontar el día con energía.
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