jueves, 14 de mayo de 2020

Identificando la respiración completa

Ya vimos que de los tres tipos de respiración, la mejor es la completa que es la que une a los tres. Vamos a tratar de identificarla con este pequeño ejercicio:


1. Lo mejor es hacer la primera práctica o las primeras tumbado boca arriba y en una postura cómoda.

2. Para obtener esta postura y estar relajado pon un cojín en la cabeza o en las piernas. El cojín no es imprescindible, si estás mejor sin él, no te lo pongas.

3. Habría que cerrar los ojos porque así te puedes concentrar solo en buscar este tipo de respiración.

4. Pon las manos sobre el abdomen y tapa con ellas el ombligo.

Ombligo

5. Primero habría que intentar vaciar los pulmones. Es necesario expulsar todo el aire, procurar dejarlos vacíos, intenta inspirar muy poco y expirar todos los restos de aire que puedan quedar.

6. Lo que se pretende es que los pulmones se vacíen para que sientas la necesidad de inspirar profundamente porque te falta oxígeno. Así darás una buena bocanada y sin darte cuenta estarás metiendo tanto aire que harás una respiración completa.

7. Cuando hayas respirado varias veces así, notarás que no puedes evitar inhalar profundamente porque necesitas llenarlos.

Nariz

8. Cuando el aire vaya entrando, intenta que se distribuya por todos los pulmones. Mete lo primero que entre lo más abajo posible, siente como las manos suben porque se llena el abdomen. Después ve distribuyéndolo por la caja torácica y por último llena la parte más alta. 

9. Cuando ya estés respirando profundamente, retén en aire unos pocos segundos y exhala lo más lentamente que puedas.

10. Inspira de nuevo llenando de nuevo la tripa y distribuyendo el aire para que se llene toda la cavidad.
Pulmones

11. Al expulsar el aire aprieta con las manos para ayudarte a vaciar los pulmones. Si no has sentido la necesidad de respirar profundamente porque te falta el aire, así conseguirás sentirlo. 

12. La finalidad de esto es dejar el abdomen plano o casi cóncavo, que la tripa se meta para adentro.

13. Practica unas cuantas veces tumbado en un lugar cómo antes de pasar a intentarlo en una silla y por último en la calle mientras estás andando.


La finalidad es conseguir que sea este tipo de respiración la que rija en tu vida.

Cuanto más practiques, antes pasarás a realizarla de manera inconsciente y si no consigues llegar a este paso, siempre que te acuerdes de la respiración, ya sabes, hazla más profunda.



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