domingo, 31 de mayo de 2020

Captura el momento

Vive el momento sintiéndolo al máximo tú mismo y no a través de la tecnología. 
Es estar presente en el presente.





lunes, 18 de mayo de 2020

Realidad y percepción


Y así lo demuestra la parábola de los ciegos y el elefante que puedes leer en una entrada en este blog.

La realidad es que tenían delante un elefante, pero cada uno percibió una cosa y eso va a dependen de varios factores:

  • De nuestras creencias personales que hemos ido creando desde que éramos pequeños.
  • De nuestras propias experiencias que vamos teniendo a lo largo de la vida.
  • De nuestro estado anímico en el momento de percibir algo.
  • De la emoción que le pongamos a la realidad en ese momento.
  • De las comparaciones que hagamos. 
Por ello, es mejor que sepas desde ya, que no estás en posesión de la verdad. Puede que tengas razón, pero hay muchos más puntos de vista y las partes del elefante te lo enseñan. Y en función de eso, vamos a reaccionar de una manera o de otra. 


Así que, ahora que ya lo sabes, hay que empezar a ayudarse del mindfulness para aprender a ser flexible sobre esa idea de verdad absoluta:

1. Con mindfulness la realidad se observa sin identificarse con ella y sin dejarse llevar. Y es importante además, no ponerle nuestra experiencia previa, así no la condicionamos. Vemos la realidad tal y como es, sin juzgarla y con ojos de principiante.

2. También hay que tener en cuenta que los pensamientos y las emociones son estados mentales pasajeros, algo transitorio que pasará.

3. Y muy mindful es también la reacción ante lo que observamos porque no intentamos escapar de ello o evitar ver la realidad y muchos menos cambiarla. La observamos con calma y una ligera actitud positiva.

Todo ello hace que podamos abrirnos a nuevas formas de entender las cosas.


👩 Una amiga vio una foto en Facebook de toda la pandilla unida viendo la casa que se había comprado otra de amiga, pero ella no estaba allí. Pensó que habían quedado a sus espaldas y que subir la foto a la red social había sido un fallo y por eso se había enterado. Así que, les había pillado. No la habían llamado, no querían que fuese a ver la casa nueva, sus amigos la habían traicionado...

🧠Toda esta idea se puede montar en tu cabeza si no esperas a que te expliquen qué ha pasado realmente. La chica de la casa se enteró de que uno de sus amigos tenía un mueble que no quería y lo iba a tirar, entonces se lo pidió. Este amigo, como no podía con ese mueble tan pesado, llamó a otro amigo para que entre los dos se lo llevaran. Al final se unieron las parejas de ambos esa misma mañana y a la última amiga se la habían encontrado de camino y se unió al grupo en el último momento. Fue algo sin planear, nada premeditado, surgió y no tuvo la idea alguien o todo el grupo, de no llamarla, simplemente pasó así.

La percepción que tuvo la amiga que no estaba en esa foto, fue desde un solo punto de vista, el suyo. Juzgó la realidad sin tener los detalles, le puso su propia interpretación a los hechos y aunque el resto del grupo intentó convencerla que todo pasó sin más, como ya se había hecho su idea, no se convencía. 

No podemos echarle en cara a la mente que según reciba información, interprete y dicte sentencia. Pero como ya sabemos que es tan tajante, qué tal si nos acercamos a las cosas sin pensar nada sobre ellas, como si las estuviésemos viendo por primera vez, abiertos a lo que surja, a las distintas percepciones que nos van a explicar y siendo flexibles.

Si nuestra amiga va justita de autoestima y encima ve este panorama, odiará al grupo y pensará que la ignoraron y puede perder la amistad con ellos para siempre. Pero si ella le pone un poco de atención plena al asunto, podrá ver que la cosa no fue tan grave, que no lo hicieron con intención de herir, que ellos quieren seguir siendo sus amigos y así, ella, estará cambiando su propia realidad. Los hechos fueron lo que fueron, ella sigue sin estar en la foto, pero si cambia su reacción y su percepción del mundo, las cosas cambian y eso también lo puedes hacer tú.


jueves, 14 de mayo de 2020

Identificando la respiración completa

Ya vimos que de los tres tipos de respiración, la mejor es la completa que es la que une a los tres. Vamos a tratar de identificarla con este pequeño ejercicio:


1. Lo mejor es hacer la primera práctica o las primeras tumbado boca arriba y en una postura cómoda.

2. Para obtener esta postura y estar relajado pon un cojín en la cabeza o en las piernas. El cojín no es imprescindible, si estás mejor sin él, no te lo pongas.

3. Habría que cerrar los ojos porque así te puedes concentrar solo en buscar este tipo de respiración.

4. Pon las manos sobre el abdomen y tapa con ellas el ombligo.

Ombligo

5. Primero habría que intentar vaciar los pulmones. Es necesario expulsar todo el aire, procurar dejarlos vacíos, intenta inspirar muy poco y expirar todos los restos de aire que puedan quedar.

6. Lo que se pretende es que los pulmones se vacíen para que sientas la necesidad de inspirar profundamente porque te falta oxígeno. Así darás una buena bocanada y sin darte cuenta estarás metiendo tanto aire que harás una respiración completa.

7. Cuando hayas respirado varias veces así, notarás que no puedes evitar inhalar profundamente porque necesitas llenarlos.

Nariz

8. Cuando el aire vaya entrando, intenta que se distribuya por todos los pulmones. Mete lo primero que entre lo más abajo posible, siente como las manos suben porque se llena el abdomen. Después ve distribuyéndolo por la caja torácica y por último llena la parte más alta. 

9. Cuando ya estés respirando profundamente, retén en aire unos pocos segundos y exhala lo más lentamente que puedas.

10. Inspira de nuevo llenando de nuevo la tripa y distribuyendo el aire para que se llene toda la cavidad.
Pulmones

11. Al expulsar el aire aprieta con las manos para ayudarte a vaciar los pulmones. Si no has sentido la necesidad de respirar profundamente porque te falta el aire, así conseguirás sentirlo. 

12. La finalidad de esto es dejar el abdomen plano o casi cóncavo, que la tripa se meta para adentro.

13. Practica unas cuantas veces tumbado en un lugar cómo antes de pasar a intentarlo en una silla y por último en la calle mientras estás andando.


La finalidad es conseguir que sea este tipo de respiración la que rija en tu vida.

Cuanto más practiques, antes pasarás a realizarla de manera inconsciente y si no consigues llegar a este paso, siempre que te acuerdes de la respiración, ya sabes, hazla más profunda.



miércoles, 6 de mayo de 2020

Tipos de respiración

En mindfulness la respiración es una parte fundamental porque permite estar en el presente centrado en una actividad muy beneficiosa. Pero no cualquier respiración, tiene que ser la respiración completa. Vamos a repasar los tipos que hay y por qué debe ser la completa, que es la unión de las tres, la que rija nuestras vidas.

Existen tres tipos de respiración: clavicular, torácica y abdominal.

Respiración clavicular

Se llama así porque parece se levantan un poco las clavículas al respirar. No se mueve el abdomen ni la caja torácica porque no se llenan apenas de  aire. Esta respiración no es recomendable porque solo se hace con la parte alta de los pulmones. 

Estaríamos respirando con una zona muy pequeña de los pulmones, lo que hace que se coja muy poco aire y se suelte rápidamente.

No es una respiración habitual. Solo se presenta en cuadros de depresión o ansiedad o en personas que llevan diariamente prendas muy ajustada que oprimen el abdomen, como un pantalón ajustado o una faja.

Respiración torácica o costal


Recibe este nombre porque actúan los músculos intercostales que son los que están entre las costillas y al respirar se llena la caja torácica. Con ella se deja que el aire baje a la zona media de los pulmones, pero casi no actúa el diafragma que es el músculo que se debe activar en la respiración.

Se mejora la función de los pulmones con respecto a la respiración anterior pero no se utiliza toda la cavidad que se puede destinar al aire. El aire debe entrar más abajo y hacer que el diafragma trabaje. 




El diafragma es el músculo que actúa en el proceso de respirar. Se llama abdominal porque el diafragma al bajar empuja los órganos del abdomen dando la impresión de que este se infla. Es en la que se nos llena la tripa al respirar, la que hace que nuestro ombligo se mueva.

Este tipo de respiración hace que entre más oxígeno, los pulmones se llenan, la sangre está más oxigenada y a cada rincón que llega lo hace con más oxígeno. Es la respiración que debe regir nuestra vida y a la que deberíamos aspirar.


Y ahora que conoces las tres, hay que unirlas. Llenar los pulmones al completo empezando por la parte que está en las clavículas, después siguiendo por los músculos intercostales y por último el abdomen, haciendo que suba el ombligo. Y al vaciarlos se sigue el camino contrario.


Beneficios:

- Se aprovecha toda la capacidad pulmonar y al entrar más oxígeno la sangre va cargada de él para repartirlo por todo el cuerpo.

- Se conserva la elasticidad de los pulmones porque se está ejercitando su capacidad. A partir de los treinta esta empieza a decrecer y no hay otra manera de conservarla a no ser que se practique este tipo de respiración.

- Se masajean los órganos internos.

- Se libera el hígado para que trabaje mejor.

- Se mejora el tránsito intestinal.

- Ayuda al movimiento del corazón porque no serán necesarios más latidos para repartir el oxígeno por el cuerpo, porque la sangre ya va cargadas de oxígeno.

- Nos estiramos, las vértebras se mantienen extendidas al hacer todo el recorrido respiratorio.

- Se activa el sistema nervioso parasimpático contribuyendo a la relajación general del organismo.


Hay que aprender a practicarla para obtener estos beneficios rápidamente.