lunes, 5 de julio de 2021

Los ciegos y el elefante

Las primeras versiones de esta parábola se encuentran en textos budistas e hindúes y tiene algunas variaciones, pero la cuento como la recuerdo, la primera vez que la escuché: 

Seis ciegos sabios, escucharon a un animal extraño, llamado elefante, ninguno lo conocía, así que decidieron intentar descubrir la forma que tenía a través del tacto.

Elefante

El primero que se acercó, lo quiso hacer con tanta rapidez que se tropezó y cayó en el costado del animal, y dijo que el elefante "es una pared de barro secada al sol".

Para otro, que estaba en un lateral tocando la oreja, parecía un abanico. 

Otro de ellos pasó por debajo y llegó a las patas, y aseguró que el elefante era como un tronco de un árbol.  

Otro se acercó por detrás y sintió su cola que, no paraba que se moverse para espantar a los insectos, y la describió como una vieja cuerda. 

Otro de los ciegos, lo fue a tocar cuando se giró y se chocó con la trompa y dijo: "Es como una serpiente gruesa". 

El último se acercó con más cuidado, y llegó a su colmillo, y dijo que era duro, liso y como una lanza.

Todos habían experimentado, por ellos mismos, cuál era la forma verdadera.


Algunas de las cosas que enseña, aunque deberías hacer tú tus propias reflexiones, son:

  • Todos percibimos la realidad de manera distinta, poniéndole nuestras experiencias.
  • Cada uno opina de su experiencia personal y por eso, pensamos que tenemos la razón.
  • Los demás pueden pensar distinto de nosotros y aún así, llevan razón, solo te lo están mostrando desde otro punto de vista.
  • No podemos conocer las cosas en su totalidad y en profundidad. Aunque es importante intentar conocer lo más posible de ellas.
  • La percepción tiene límites, el ojo humano no lo ve todo. El oído, por ejemplo, no detectará los infrasonidos y los ultrasonidos, pero están ahí.

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