Fue un monje budista zen vietnamita nacido el 11 de octubre de 1926. Es maestro, escritor y activista por la paz, lo que le valió la nominación para el Premio Nobel de la Paz en 1967.
En 1972 se convirtió en refugiado político en Francia por su oposición a la guerra de Vietnam. Ha escrito más de cien libros en francés, inglés y vietnamita y más de cincuenta de ellos, han sido traducidos al español.
Durante muchos años vivió en Plum Village, el monasterio que fundó en los años ochenta en el sur de Francia pero tras sufrir un derrame cerebral en 2014, con 92 años regresó a Huế, su lugar de nacimiento y se quedó en el monasterio donde se había convertido en monje novicio a los 16 años y allí ha muerto en enero del año 2022.
En occidente nos ha dejado muchas enseñanzas y se considera una gran pérdida. Lo mejor para recordarle, leerle y aprender de su sabias palabras:
“La atención plena permite el nacimiento de la alegría y el goce, al igual que la concentración. La energía de la atención plena porta la energía de la concentración. Cuando estás consciente de algo, por ejemplo de una flor, y puedes mantener esa conciencia, podemos decir que estás concentrado en esa flor. Cuando tu capacidad de atención plena se vuelve más poderosa, tu concentración se hace más poderosa, y cuando estás plenamente concentrado, tienes la oportunidad de ir más allá y hacer un descubrimiento. Si contemplas una nube, puedes descubrir la naturaleza de esa nube. Si contemplas a una persona, y tienes suficiente capacidad de estar plenamente atento y concentrado, entonces puedes atravesar el velo de tus condicionamientos y entender la naturaleza de esa persona. Y así, puedes contemplar desde este espacio, a ti mismo, tu rabia, tu miedo, tu alegría, o tu paz. Todo puede ser objeto de tu meditación, y con la energía poderosa de la concentración, es posible que vayas atravesando los muros y desarrollando una capacidad de ver profundamente y descubrir la naturaleza de las cosas. Es como una lupa en la que se concentra la luz del sol; si ubicas el punto donde se concentra la luz del sol en un pedazo de papel, el papel se quemará. De la misma manera, cuando tu atención plena y concentración son poderosas, tu capacidad de ver profundamente te liberará del miedo, la rabia, la desesperanza, y te brindará verdadera alegría, paz y felicidad. Cuando contemplas la totalidad de un hermoso amanecer, mientras más atento y concentrado estés, más belleza será revelada ante ti. Imagínate que te dan una taza de té muy aromática, un muy buen té. Tienes que estar plenamente atento del té, tienes que concentrarte en él, para que así el té pueda revelarte su fragancia y maravilla. Esta es la razón por la cual la atención plena es fuente de felicidad. Esta es la razón por la cual un buen practicante sabe cómo crear un momento de goce, una sensación de felicidad, en cualquier momento del día”
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