viernes, 25 de febrero de 2022

Comunicación agresiva

Este estilo es propio de las personas que en sus relaciones sociales sienten inseguridad y se enfrentan a ello a través de la agresividad. La emoción que predomina en estos casos es la rabia  que hace que sean personas tensas, que se alteran y enfadan con bastante facilidad y al contrario de lo que se pueda pensar, también baja autoestima, como las que utilizan el estilo pasivo.

Estos enfados derivan en consecuencias físicas como que suba la tensión y eso, a largo plazo, en dolencias cardiacas.

En las relaciones son controladoras y les gusta mantener el poderNo respectan los sentimientos ni los intereses de los otros e incluso lo que se pretende es llegar a humillar y a someter a los demás. 

Se podría pensar que lo hacen para imponer sus deseos a los demás, pero en realidad no lo saben hacer muy porque acaban desencadenando en los otros sentimientos negativos (confusión, desconfianza o resentimiento) y la gente tiende a apartarse o a tener la menor relación posible con ellos. 

Para tratar de imponerse usan un tono de voz alto, amenazas, comentarios ofensivos o sarcásticos. Sus frases más habituales son: "deberías", "harías mejor en...", "no te consiento", "esto tiene que ser así" etc. También suelen interrumpir continuamente y cuando intervienen solo saben dar órdenes que los demás deben ejecutar. 

Estilo agresivo

Les acompaña una postura echada hacia adelante, intimidatoria y excesiva gesticulación hostil y miran a los ojos de manera inquisitoria, no apartan la mirada.

Esta forma de comunicarse tampoco es muy saludable porque provoca en los demás rechazo. Todos los que pueden huir de las personas que se comunican así, lo hacen y pierden muchas relaciones interpersonales. O si son familiares, se limitan a las mínimas relaciones. 

Suelen tener problemas con todo el mundo y lo que existe, en el fondo, una imagen muy deteriorada de sí mismos y una baja autoestima.  Cuando se lleva al extremo, puede acabar en maltrato a los familiares más cercanos. 



domingo, 13 de febrero de 2022

Thích Nhất Hạnh

Fue un monje budista zen vietnamita nacido el 11 de octubre de 1926. Es maestro, escritor y activista por la paz, lo que le valió la nominación para el Premio Nobel de la Paz en 1967.

Monje budista

En 1972 se convirtió en refugiado político en Francia por su oposición a la guerra de Vietnam. Ha escrito más de cien libros en francés, inglés y vietnamita y más de cincuenta de ellos, han sido traducidos al español.

Durante muchos años vivió en Plum Village, el monasterio que fundó en los años ochenta en el sur de Francia pero tras sufrir un derrame cerebral en 2014, con 92 años regresó a Huế, su lugar de nacimiento y se quedó en el monasterio donde se había convertido en monje novicio a los 16 años y allí ha muerto en enero del año 2022.

En occidente nos ha dejado muchas enseñanzas y se considera una gran pérdida. Lo mejor para recordarle, leerle y aprender de su sabias palabras:

“La atención plena permite el nacimiento de la alegría y el goce, al igual que la concentración. La energía de la atención plena porta la energía de la concentración. Cuando estás consciente de algo, por ejemplo de una flor, y puedes mantener esa conciencia, podemos decir que estás concentrado en esa flor. Cuando tu capacidad de atención plena se vuelve más poderosa, tu concentración se hace más poderosa, y cuando estás plenamente concentrado, tienes la oportunidad de ir más allá y hacer un descubrimiento. Si contemplas una nube, puedes descubrir la naturaleza de esa nube. Si contemplas a una persona, y tienes suficiente capacidad de estar plenamente atento y concentrado, entonces puedes atravesar el velo de tus condicionamientos y entender la naturaleza de esa persona. Y así, puedes contemplar desde este espacio, a ti mismo, tu rabia, tu miedo, tu alegría, o tu paz. Todo puede ser objeto de tu meditación, y con la energía poderosa de la concentración, es posible que vayas atravesando los muros y desarrollando una capacidad de ver profundamente y descubrir la naturaleza de las cosas. Es como una lupa en la que se concentra la luz del sol; si ubicas el punto donde se concentra la luz del sol en un pedazo de papel, el papel se quemará. De la misma manera, cuando tu atención plena y concentración son poderosas, tu capacidad de ver profundamente te liberará del miedo, la rabia, la desesperanza, y te brindará verdadera alegría, paz y felicidad. Cuando contemplas la totalidad de un hermoso amanecer, mientras más atento y concentrado estés, más belleza será revelada ante ti. Imagínate que te dan una taza de té muy aromática, un muy buen té. Tienes que estar plenamente atento del té, tienes que concentrarte en él, para que así el té pueda revelarte su fragancia y maravilla. Esta es la razón por la cual la atención plena es fuente de felicidad. Esta es la razón por la cual un buen practicante sabe cómo crear un momento de goce, una sensación de felicidad, en cualquier momento del día”

jueves, 10 de febrero de 2022

viernes, 4 de febrero de 2022

Comunicación pasiva

Este estilo de comunicación tiene mucha relación con la emoción del miedo, que puede estar presente en las relaciones sociales.

La persona pasiva no expresa sus necesidades ni sus pensamientos o sentimientos, o lo hace de manera insegura porque considera que no se deben tener en cuenta y siempre usando un tono de voz bajo e inseguro.

Usa palabras o expresiones como: "bueno...", "quizás", "supongo que", "me pregunto si...", "tal vez", "no pasa nada", "no tiene importancia"... Además le cuesta mucho decir que no. Generalmente no lo dicen y prefieren aguantar lo que sea.

Son personas sumisas que se adaptan demasiado a los demás. Son capaces de modificarse tanto que pierden su identidad.

Pasivo

Ignoran sus derechos y así, permiten que los otros impongan sus gustos, deseos y opiniones.

Todo ello deriva en que se crean inferiores, no sepan reconocer sus cualidades o piensen que no tienen que defender sus opiniones porque son menos que el resto.

En muchas ocasiones lo justifican para evitar el enfado de jefes, compañeros, parejas, hijos... cualquier persona que les rodea, porque prefieren huir a enfrentarse y que los demás se sientan mal con ellos. Suelen usar una risa falsa como mecanismo de defensa para calmar la situación.

Eso deriva también en una postura de hombros caídos y ojos bajos y movimientos forzados, nada naturales.

Y los demás tienen dos reacciones:

  • La primera es ignorarlos. Esos compañeros de trabajo que no hablan contigo porque prefieren hablar con alguien que tenga más importancia dentro del grupo o el familiar que está como un mueble en los encuentros, al que la gente acude si no tiene nadie más con quien hablar. 
  • La segunda es ser todavía más autoritarios para conseguir todo lo que quieren, sabiendo que no se les van a enfrentar y que lo tienen todo ganado con ellos.

Este estilo de comunicación no es bueno porque además de no lograrse nunca lo que se quiere, los demás se acostumbran a pasarte por encima. Se pierden muchas oportunidades por creer que no se está capacitado para luchar por ellas. Debido a ello, la autoestima baja y se entra en un círculo del que es difícil salir.