jueves, 30 de abril de 2020
¿Y tú qué practicas?
viernes, 24 de abril de 2020
Beneficios de la práctica continua de mindfulness
- Se consiguen reducir los niveles de ansiedad y disminuirá el estrés porque se aprende a manejar las situaciones que los provocan.
- Bajará la presión arterial porque se aprende a llevar una vida más relajada.
- Se reduce la depresión al mantener a raya los pensamientos negativos e irracionales y ayuda con la astenia.
- La calidad del sueño será mejor porque se dormirá más profundamente y más tiempo. Ayuda a reducir el insomnio pero si hay cualquier otra patología de base, no lo cura.
- El estado de ánimo mejora, o por lo menos, no se sufren tantos altibajos porque se consigue una estabilidad emocional.
- Al mantener durante más tiempo una sensación de bienestar y calma, aumentará el bienestar general.
- Ejercitamos el cerebro y así envejece menos (se pierde menos materia gris). Además, al estar más activo se mejora la capacidad inmunológica.
- Ayuda a soportar mejor el dolor crónico porque la musculatura y el cuerpo se relaja y también porque aprendemos a asumir nuestro propio dolor y nuestro nivel de sufrimiento desciende.
- A nivel educativo hace que se mejore la forma de aprendizaje porque ayuda con la focalización de la atención y eso dará como consecuencia que aumente el rendimiento académico.
- Por último, se consigue una mayor comprensión de uno mismo lo que viene muy bien para la autoestima porque mejora el autoconcepto que tenemos. Y si hay cosas que no nos gustan, por lo menos aprenderemos a aceptarlas y a ser más comprensivos con ellas.
sábado, 18 de abril de 2020
Actitudes para la práctica
La negación no tiene cabida, las cosas pasan y pasan como tienen que pasar. Es una pérdida de tiempo estar luchando contra estas cosas, no se puede hacer nada. Hay que aceptar cada hecho cuando llega, no antes. Aceptarlo lo antes posible porque no se puede cambiar, para así no perder tiempo.
Tampoco debes forzar las situaciones para acomodarlas a lo que te gustaría que fuesen. Acepta todo lo que llega, tal y como llega y cuando llega. No te intentes imponer. Las cosas pasan y simplemente, pasan. No malgastes energías en enfrentarte a ellas o en modificarlas.
Confiarás
Confía en ti, en tu inteligencia, en tu intuición, en tus pensamientos y en tus sentimientos. Tú sabes tus necesidades y tú tendrás que hacerte responsable de la práctica. Cuanto más veces hagas cada ejercicio y más tiempo le dediques, mejor. Hazte un hueco a ti mismo y escucha a tu cuerpo.
No te aferres a nada, deja que se vaya, que fluya, que pase. Simplemente lo aceptas y lo dejas. No te encalles en pensamientos, sentimientos o en el pasado. Las cosas son tal y como son y de la misma manera en que llegan, deben irse.
Tendrás paciencia
Esto lleva tiempo y hay que darle el que necesita, así que, requiere de ti muchas dosis de paciencia. Pónsela en la práctica y así comprenderás y aceptaras mejor las cosas que llegan. Es un error forzar los procesos que tu cuerpo y tu mente precisan. Sé paciente aunque pienses que las cosas no cambiarán, que la ira, la ansiedad o el estrés no van a desaparecer nunca. Lo harán, solo que necesitan que no les metas prisa.
Tendrás la mente de un principiante
Observa lo que te rodea y experimenta las cosas como un niñ@. Quítale tu experiencia, tus estereotipos, tus ideas preconcebidas, tus prejuicios, tus valores, solo acércate desprendido de todo eso. Intenta que sea como si fuese por primera vez.
No juzgarás
Pasas a ser un o una testigo imparcial, sin juicios cuando te observas y desprendiéndote de la experiencia previa en cada mirada. Continuamente estamos haciendo juicios de valor sobre las personas, las cosas y mucho más, sobre nosotros y catalogándolas a su vez como buenas o malas. Solo observa, mira, experimenta, pero no juzgues y si lo haces, date cuenta de ello y déjalo pasar.
No forzarás
Las cosas pasan, cuando tienen que pasar y si no lo crees firmemente, ya verás como el día a día te lo demuestra. Más que nada porque no podemos influir en hacer que pasen o no pasen muchas de las cosas que nos ocurren. En otras sí tenemos esa capacidad, pero ir a por un objetivo, por ejemplo, nos sacará del momento en el que estamos y del instante que tenemos que ir viviendo. Procura quedarte en el presente con cada experiencia, no intentes que las cosas vayan más allá, ni las fuerces para que sean como realmente te habías imaginado que serían.
lunes, 13 de abril de 2020
Apaga el piloto automático
viernes, 3 de abril de 2020
Pasado, presente y futuro
Es fundamental estar en el presente y estar presentes en el presente.
Hay que entender que por un lado, hay que estar centrado en el presente, no se puede vivir en el pasado, ni anticipar lo que ocurrirá porque no se sabe y por otro, en este presente, hay que hacerse presente.
Presente en el presente
¿Y qué tienes que hacer? Está claro, concéntrate en el día a día y cada segundo da lo mejor de ti. Y en este presente, tienes que hacerte presente, no vale solo con figurar, hay que estar realmente. No has venido a esta vida para vivir sin estar, a vivir solo por inercia porque eso sería como pasar de puntillas sin ser consciente de las cosas.
Todos los ejercicios que te propongo, la respiración, el escaneo corporal, la comida consciente y un paseo pensando en lo que estás haciendo, conseguirán que te centres en ti y en el momento actual y que vayas siguiendo de manera consciente lo que ejecutas. Para que no vivas sin darte cuenta.