domingo, 28 de febrero de 2021

Las emociones primarias y su función

¿Qué son las emociones?

Según la RAE (Real Academia Española) son una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.

Emociones


Emociones primarias

Hay un grupo de emociones llamadas primarias, que compartimos con los animales. Estas sirven para solventar un problema que atañe a nuestra supervivencia porque se inhiben otras reacciones y todo nuestro cuerpo focaliza sus esfuerzos solo en que sobrevivamos. 

Son muy poquitas:

  • La alegría: sirve para aumentar nuestra actividad y olvidarnos de las preocupaciones. Sus cambios en el organismo generan que nos podamos recuperar de otras emociones más dañinas. Es un periodo en el que parece que no corremos peligro, no hay preocupaciones y por tanto, podemos distraer nuestra mente con cualquier cosa porque estamos tranquilos. 
  • La tristeza: la energía se reduce, el metabolismo corporal desciende, te encierras en ti mismo y tienes ganas de llorar. Nos ayuda a sobrellevar las pérdidas o las malas noticias y a elaborarlas de mejor manera. Si bajamos nuestra actividad estamos expuestos a menos peligros, mientras nos recomponemos.
  • La ira: aumenta el ritmo cardiaco y la sangre fluye más hacia las extremidades y se secretan varias hormonas. Eso hará que tengamos la energía necesaria para luchar y enfrentarnos. No es momento de pararse a pensar y razonar, el cuerpo lo inhibe y moviliza todos sus recursos para dar una respuesta, porque nos encontramos ante una amenaza. Ahora ya sabes porqué no se puede razonar con alguien cabreado.
  • El miedo: supone un mecanismo de seguridad que, como las otras emociones primarias, compartimos con los animales. Se manifiesta en situaciones de peligro y prepara el organismo para luchar o para huir. Nosotros tenemos muchos miedos innatos y otros, que vamos adquiriendo a lo largo de nuestras experiencias. Las reacciones físicas que tiene nuestro cuerpo son dilatar las pupilas para percibir bien la fuente del miedo o derivar la sangre a la piernas, en caso de huir o a los brazos, para facilitar nuestra defensa. Aunque, a veces, la reacción es de parálisis, que puede ser momentánea, para evaluar el mejor sitio por el que huir o permanente porque el miedo es tan grande que nos ha bloqueado.
  • La sorpresa: se da cuando algo llega de sopetón y es totalmente imprevisible. Suele ser una emoción corta porque una vez que la situación se hayan analizado y evaluado, dará paso a otras. En un primer momento se da una paralización momentánea que hace que se evalúe el entorno donde se agudizan la visión y el oído, receptores por donde nos entra la mayoría de la información. Una vez que se sabe qué es lo que lo ha causado, irá seguida de emociones positivas (amor o alegría) o negativas (ira o miedo), en función de lo que haya pasado.

  • El asco: esto nos puede salvar la vida ante algo que percibe el gusto o el olfato como nocivo. Si entra por la boca, el gesto de asco, haría que lo expulsáramos y si lo hace por la nariz, se hace un intento de cerrar las fosas nasales. 

Al final estas emociones ponen en marcha las funciones internas del organismo y el comportamiento externo.


viernes, 19 de febrero de 2021

La casa de huéspedes

Poema de Rumi, un sabio persa del siglo XIII, que nos ayuda a entender lo que es el mindfulness y de lo importante que es saber acoger las emociones correctamente:

Casa de huéspedes

El ser humano es una casa de huéspedes.

Cada mañana un nuevo recién llegado.

Una alegría, una tristeza, una maldad

Cierta conciencia momentánea llega

Como un visitante inesperado.

¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!

Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,

Que vacían tu casa con violencia

Aun así, trata a cada huésped con honor

Puede estar creándote el espacio

Para un nuevo deleite 

Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,

Recíbelos en la puerta riendo

E invítalos a entrar

Sé agradecido con quien quiera que venga

Porque cada uno ha sido enviado

Como un guía del más allá.




lunes, 15 de febrero de 2021

miércoles, 3 de febrero de 2021

Piensa en una imagen agradable

Lo que imaginas, puede hacer que tu estado de ánimo se altere o se óptimo. Las consultas están llenas de personas que confunden algo que han imaginado con algo real que les ha pasado. Eso les genera mucho malestar pero en realidad es algo que solo imaginan, nunca les llegó a ocurrir. ¿Cuántas veces te has sentido horriblemente mal anticipado algo malo que después no ha pasado o no ha pasado como habías estado imaginando? Seguro que muchas y has vivido en un estado de angustia durante ese tiempo. Pues eso hay que empezar a cambiarlo.

Cuando estos pensamientos anticipando el holocausto te invadan hay que darles la vuelta, dejar de pensar en ellos y pensar en algo bonito y que traiga tranquilidad, para que igual que se genera desasosiego con algo malo, una imagen donde te encuentres bien, te traiga felicidad y sentimientos agradables. 

Cierra los ojos,  comienza a respirar cada vez más profundamente e imagínate alguna de estas cosas:

En el campo viendo una zona sembrada y divisando las nubes.

En una playa tranquila donde no se oye más que el ruido de las olas.

En un mirador apartado donde se puede observar un paisaje bonito.

En una montaña alejada donde se puede admirar un paisaje espectacular.

En el porche de una casa rural donde solo se oyen los pájaros.

Se trata de buscar algún sitio que te haga sentir bien y donde estés a gusto y cómod@.  Eso unido a la respiración, te hará sentir muy bien. Puedes pensar en un sitio que no existe y solo te lo has imaginado. Esto no tiene ningún límite. 

Una vez que tengas esa imagen grata, es cuestión de transportase allí, vivir dentro de ella, sentir todo lo que te rodea, el viento fresco o cálido, la brisa, el calor del sol, todas las sensaciones que puede producir... Disfrutando de la paz, la calma, la alegría…  

Después de imaginar, hay que volver con esa sensación para seguir disfrutando de ella. Tienes que dejar de pensar, respira profundamente tres veces y vuelve.