sábado, 30 de enero de 2021

Fases del ciclo respiratorio

El ciclo respiratorio tiene cuatro fases:

  • Inspiración: cuando se introduce aire en los pulmones.
  • Apnea inspiratoria: cuando los pulmones están llenos y no realizamos ningún movimiento.
  • Espiración: cuando soltamos el aire y vaciamos los pulmones.
  • Apnea espiratoria: cuando paramos para volver a iniciar otra vez todo el proceso.

Nariz


La inspiración correcta es por vía nasal porque las fosas nasales calientan y humedecen el aire y lo  filtran y se eliminan las impurezas y gérmenes. Por eso se recomienda realizar todos los ejercicios respirando por la nariz y no por la boca. Aunque no hay que descartarla para algunas prácticas.

Fases de la respiración y relación que tiene cada una con nuestra actitud, cualidades y efectos que aporta:

  • Inspiración: nos relacionamos con el mundo y nos abrimos a él, cogemos su energía y eso nos llena de vitalidad y alegría.
  • Apnea inspiratoria: estamos llenos y estamos saciados.
  • Espiración: nos vaciamos, lo damos todo, nos relajamos y encontramos la paz y la serenidad.
  • Apnea espiratoria: estamos vacíos, a la espera, sabiendo que lo que viene es bueno, nos encontramos en reposo.

Si tomamos consciencia de nuestra respiración y la relacionamos con lo descrito antes, conseguiremos estar en completa sintonía con la vida. Es una manera de formar parte del universo que nos rodea, de compartir una actividad que hacen los demás seres vivos. También es una forma de relacionarnos con el exterior porque cogemos parte de lo que nos rodea y después, le devolvemos al mundo algo de lo que teníamos en nosotros. Piensa que es un intercambio continuo entre nuestro interior y el mundo exterior.

Te guste o no esta visión más o menos mística, piensa que respirar es lo más importante porque nuestra vida comienza con una inspiración cuando nacemos y concluye con una espiración al morir. 


viernes, 22 de enero de 2021

Ducha en modo mindfulness

Si hay un momento donde practicar mindfulness es en la ducha. En otras circunstancias parece que nos vemos limitados a actuar con conciencia plena porque estamos rodeados de gente, pero esta actividad generalmente se hace a solas y además, nos permitirá practicar mindfulness todos los días.  



Muchas personas se duchan por la noche, pero después de dormir donde se ha podido pasar calor, es mejor asearse antes de salir de casa.

Puede que solo tengas cinco minutos, pero se pueden dedicar para pasarlos poniendo toda la atención en lo que estás haciendo. 

Habría que estar pendiente:

  • Del contacto con el agua, si está caliente o fría.
  • Del tacto de la esponja y las sensaciones que produce. 
  • Del aroma del jabón y de la espuma que va haciendo.  

Hay que ser consciente de las partes del cuerpo que enjabonas y aclaras. Hay que centrar la atención en esta actividad sin que ningún pensamiento pueda hacer que pierdas la concentración. Si llegan, se dejan pasar, no se les presta atención y se deja que se vayan.

Cuando salgas de la ducha, también tienes que seguir con toda la atención puesta en lo que estás haciendo. Debes secar las partes del cuerpo pensando en ello y nuevamente sin permitir que acabes yéndote a otras cosas.  Si eso ocurre, no hay que ser excesivamente crític@s por lo mal que lo estás haciendo. Simplemente vuelve a tu actividad y los pensamientos se irán. 

Para terminar échate colonia y disfruta del olor que deja y de la sensación de bienestar que tienes ahora tras la ducha. 

Para que tu mañana sea completa, deberías haberte despertado en modo mindfulness y después de la ducha hacer un desayuno con atención plena.



martes, 12 de enero de 2021

Cena consciente

Todo lo que tenías que haber sobre mindfuleating te lo he ido contando a lo largo de las entradas anteriores donde se dan las pautas para comer con atención plena, se explican las ventajas de hacerlo y me centro en las comidas más importantes donde hay que comer la mayoría de las calorías diarias.


Cena


No obstante, vamos a comentar la algo de sobre la cena porque es la última comida del día y también hay que alimentarse, menos que en el resto, pero nuevamente en modo mindfulness. Las recomendaciones son las mismas, pon atención, disfruta de los alimentos, mastica despacio, no cenes si no tienes hambre y aleja toda distracción. Es fundamental que para todos los momentos del día en los que te estás alimentando dejes todos los aparatos electrónicos lo más lejos posible porque siempre puedes caer en la tentación de entre en alguna red social o mirar alguna aplicación.

No descuides la cena y procura no hacer de ella una actividad automática. Intenta estar presente y no en los sitios donde te lleve cada imagen que estés viendo. 

Como siempre, invierte un poco de tiempo en ti y en lo que comes.